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¿Cómo le va a la clase obrera industrial con el gobierno actual?

En la sociedad en la que vivimos, no todas las personas cumplimos roles de la misma manera, y aunque aquellos que la dominan buscan ocultar esa realidad, es claro que hay un sector de la población que, aunque minoritario, es el responsable de la producción de los bienes y obras que sostienen al conjunto de la sociedad: la clase obrera industrial.

La clase obrera industrial produce todos los bienes de consumo, como alimentos, tecnología, ropa, pero además construye edificios, obras públicas, viviendas y cosecha los campos, pero ese rol se busca ocultar y menoscabar por quienes controlan las grandes empresas y los gobiernos.

Consideramos que debido al enorme significado que tiene la clase obrera, debemos hacer un esfuerzo por analizar de manera específica los distintos factores de la vida diaria que le afectan o benefician. En este caso, haremos un pequeño análisis de cómo se comporta el gobierno frente a ella.

Este gobierno, al igual que los anteriores, fomenta la inversión de empresarios capitalistas en la industria, buscando aumentar la producción con beneficios fiscales y políticos. Su preocupación es maximizar las ganancias de los capitalistas, ofreciendo a la clase obrera al menor costo posible.

También promovió jornadas de 12 horas o la Ley 4×3, que impactarían principalmente a las fábricas, dirigida a abaratar costos para las empresas, aunque enfrentó contratiempos, sigue impulsándola. Eliminó el salario diferencial para trabajos pesados, insalubres y peligrosos en la industria agrícola, era la posibilidad de acortar las jornadas en labores que más desgastan la salud. 

El Gobierno sigue manteniendo salarios más bajos para las mujeres dentro de las fábricas y plantaciones, lo que se intensifica con el enorme desempleo femenino del país.

En materia salarial, el gobierno ha impulsado aumentos salariales insuficientes. En 2023, en plena ola de inflación, el aumento salarial no cubrió ni la mitad de lo que se perdió en esos meses, y ahora, con la baja del dólar, el gobierno no atiende a miles de personas que ganan en dólares y han perdido hasta un 30% de su poder adquisitivo.

Organizar la resistencia y la organización

Las familias y grupos empresariales dueñas de las grandes fábricas, constructoras y plantaciones del país tienen bien organizados sus intereses con muchas cámaras empresariales que hacen de sindicatos patronales, mientras que por décadas se han encargado de mantener una dictadura dentro de las empresas, para evitar la organización obrera, manteniendo a decenas de miles de obreros y obreras como un volcán dormido, y a merced de sus planes.

Pero en medio de la noche oscura, en los últimos años una serie de pequeñas organizaciones sindicales han empezado a alumbrar la realidad actual de la clase obrera en Costa Rica, ejemplos como el de UDECO en Dos Pino, en la agro industria y el transporte marcan el camino.

Es urgente dar pasos en la conciencia y organización de la clase obrera, para darle su lugar en la sociedad, ya que si es la clase que produce todo, debería disfrutar de las riquezas que produce y ser la voz con mayor peso en la sociedad. Hoy, por desgracia, ese papel lo juegan quienes se adueñan del trabajo obrero, la clase capitalista y eso debe cambiar lo antes posible.