San José, 10 ene (SocialismoHoy.com) – Durante el último mes del año 2016, el gobierno de Costa Rica realizó una verdadera cacería humana contra miles de trabajadores migrantes que cruzaron la frontera buscando trabajo en las plantaciones de café.
Solo en el mes de diciembre, 2557 nicaragüenses fueron deportados después de amplios operativos fronterizos. Muchas de estas detenciones se realizaron en terrenos montañosos por parte de la policía de frontera.
Las políticas migratorias deshumanizadas hacia los trabajadores migrantes son habituales en la actualidad. Diversos sectores critican fuertemente los anuncios que ha hecho el presidente electo de Estados Unidos en materia migratoria, pero en países como Costa Rica se aplican fuertes medidas migratorias desde hace varios años.
La actuación del gobierno de Luis Guillermo Solís con los nicaragüenses no dista mucho de las temidas políticas migratorias que aplicaría el gobierno de Donald Trump los meses siguientes en Estados Unidos.
Grupos de familias obreras son deportadas
En cientos de casos las detenciones se hacen en grupos de hasta 20 o 30 personas que cruzan la frontera en familia, incluyendo a personas menores de edad.
En algunas ocasiones, las familias son detenidas hasta por 20 horas en centros policiales que no tienen las condiciones de salubridad adecuadas, permaneciendo incomunicados y pasando hambre hasta ser devueltos a Nicaragua.
Empresarios se benefician del miedo que provoca el gobierno en los trabajadores
Mientras se viven estas cacerías humanas en las zonas fronterizas, los empresarios esperan la llegada de miles de familias obreras, para que sean éstas quienes se encarguen de sus cosechas, pagándoles salarios de hambre e irrespetando la mayoría de sus derechos laborales.
Sólo para la actual cosecha de café los empresarios cafetaleros utilizan la mano de obra de unos 40 mil trabajadores nicaragüenses, los cuales aceptan las peores condiciones laborales por miedo a las deportaciones y a la persecución de la policía.
Muchas veces, ante reclamos de los trabajadores, los empresarios recurren a denunciar su situación migratoria para que sean deportados quienes reclamen sus derechos.
Gobierno persigue a obreros pero protege a empresarios
Durante las cogidas de café, el gobierno no aparece en las fincas para velar por que se respeten los derechos laborales, ni tampoco para verificar las condiciones de salud ocupacional, el trabajo infantil o el pago de pólizas y seguros a los obreros.
Contrario a eso, sí aparece en las fronteras y las terminales de buses persiguiendo a las familias que van a trabajar. Contra nadie es tan efectiva la policía como contra las familias trabajadoras.
Actualmente el gobierno firmó un decreto para salvaguardar a los empresarios del pago de multas hasta por casi 6 millones de colones por no tramitar los permisos laborales de los trabajadores. Esta es una de las muchas prórrogas que han otorgado los distintos gobiernos desde el 2010 que fue aprobada la ley de migración, quitando las responsabilidades empresariales, pero dejando intacta las multas a los trabajadores que no pueden pagar sus visas y demás documentos migratorios.