El proyecto de Ley de las Jornadas 4×3, impulsado implacablemente por el gobierno y otros partidos de la burguesía, tiene el potencial de afectar en mayor grado a las mujeres trabajadoras en Costa Rica, que viven una sobrecarga de responsabilidades domésticas y de cuido con acceso casi nulo a servicios estatales de cuido.
Las mujeres siguen cargando de forma desigual con el trabajo doméstico y de cuido no remunerado (según el INEC en el 2022, las mujeres dedicaron a esto 32h semanales, mientras que los hombres 15h). Esto, no solamente genera una carga global de trabajo[1] mayor para las mujeres en general, sino que se ha demostrado que en el caso de las mujeres trabajadoras más pobres[2], casi el 80% no tiene trabajo debido a las responsabilidades de cuido que asume, dejando al 90% de las mujeres pobres fuera de la fuerza laboral (OCDE, 2023). Si ya las mujeres estamos teniendo tantas dificultades de acceso al trabajo pago, las jornadas laborales de 12h, nos vienen a crear una nueva y altísima barrera para subsistir con independencia económica. Dado que ni existen centros de cuido o educativos con horarios compatibles, ni las tareas domésticas o de alimentación se realizan 3 días sí y 4 no, ni es justo que nuestra salud se exponga a tal grado de desgaste por sobreexplotación.
Ahora bien, los argumentos en contra de las Jornadas de 12h que apelan a la importancia de que las mujeres atiendan “sus responsabilidades” con el hogar, como expresó cínicamente J.M. Figueres en mayo, normalizan que la gran mayoría de labores domésticas y de cuido recaigan en las mujeres y se resuelvan en el ámbito privado. Debemos oponernos a este proyecto de ley, porque excluirá a las mujeres aún más del mercado laboral. Pero también debemos luchar porque las labores de cuido y domésticas sean comprendidas como una necesidad y responsabilidad de hombres y mujeres del conjunto de la sociedad, a ser resuelta como tal, mediante políticas públicas como la Universalización de Servicios Públicos de Cuido, gratuitos y de calidad como lo propone el Partido de los Trabajadores.
Sobre lo perjudicial que es para las mujeres el Proyecto de Ley de Jornadas 4×3, existe consenso entre diversos sectores políticos (FA, izquierda revolucionaria, organizaciones feministas y hasta sectores de partidos pro patronales como el PLN). Lamentablemente, no sólo no se han incluido organizaciones de la clase trabajadora independientes de la patronal en el debate político, sino que no existe un movimiento articulado de lucha contra la jornada de 12h que destaque coherentemente el efecto sobre las mujeres, que vaya más allá de declaraciones en medios o acciones parlamentarias. Son insuficientes las acciones que se vienen tomando para presionar contra este proyecto desde la defensa de las mujeres trabajadoras, como la liderada por el Frente Amplio, de un comunicado político en conjunto con organizaciones de mujeres o la entrega de comunicados firmados por algunas mujeres reconocidas o incluso mociones en el plenario legislativo.
Para organizar una lucha coherente, debemos sumarnos sindicatos del sector privado y público, organizaciones de mujeres y feministas, organizaciones políticas de la clase trabajadora, y toda la clase, para ir más allá de los procesos legislativos, llegar a los centros de trabajo, a los barrios y movilizarnos para ejercer presión. Así como el 8 de marzo, el movimiento feminista viene logrando generar importantes movilizaciones callejeras, debemos tomar las calles en defensa de condiciones laborales dignas para las mujeres trabajadoras, y a eso sumarle organizarnos en nuestros centros de trabajo, exigir a los sindicatos que tomen el tema y de manera articulada y democrática se defina un auténtico Plan de Lucha. La forma en que la clase trabajadora ha defendido históricamente sus condiciones laborales han sido con presión en las calles y huelgas en los centros de trabajo. Así fue como se conquistó la jornada de 8 horas y solo así la podremos recuperar.
[1] suma de trabajo remunerado y no remunerado
[2] Dato para I y II quintiles según el INEC, Encuesta Nacional de Hogares, 2021