Editorial

Sala Constitucional, Gobierno y Asamblea: la cruzada por el plan fiscal

En las últimas semanas hemos visto como las instituciones del Estado han actuado en conjunto para dar un nuevo golpe a la clase trabajadora. La reciente aprobación de la Reforma Fiscal (Ley 20580) demuestra como esas instituciones responden en última instancia a los intereses de la burguesía y del imperialismo por encima de cualquier formalidad institucional.

La Sala Constitucional en un escandaloso fallo dijo que no había ningún vicio en el procedimiento de aprobación del proyecto, a pesar de que gran cantidad de juristas señalaron la necesidad de contar con al menos 38 votos para su aprobación y no los 31 que finalmente obtuvo. No es la primera vez que ese organismo judicial se pone al servicio de facilitar los proyectos de la burguesía, en el pasado los magistrados le permitieron a Oscar Arias postularse para un nuevo mandato presidencial en contra de lo que dice la propia Constitución que prohíbe la reelección; fue también la Sala la que tuvo la última palabra en la aprobación del TLC al señalar que no había ningún problema constitucional en las miles de páginas del Tratado.

Desde que se votó en primer debate el proyecto habíamos señalado que no podíamos confiar en la Sala y que la única alternativa para revertir la primera derrota sufrida era radicalizar la lucha, siguiendo el ejemplo de la lucha contra el Combo del ICE o la más reciente lucha de los chalecos amarillos en Francia. Las burocracias sindicales y el Frente Amplio, fieles a su tradición de confianza en las instituciones del Estado burgués, confiaron en que el voto de los magistrados se iba a traer abajo el proyecto; por eso terminaron la huelga donde podían o se jugaron a desgastarla como ocurrió en el Magisterio vendiendo como una victoria que la Asamblea no haya tenido los 38 votos para el proyecto.

En un mismo día la Sala Constitucional, el Gobierno y la Asamblea llevaron adelante una cruzada para dejar aprobado el proyecto fiscal. El mismo lunes 3 de diciembre la Sala notifico a la Asamblea que no habían problemas de constitucionalidad en el proyecto, tan solo unas horas después el proyecto fue votado en la Asamblea y casi de inmediato fue firmado por el Presidente Alvarado para ser publicado al día siguiente.

Del otro lado solo se encontraba un mínimo de oposición del Magisterio que se mantenía en huelga pese a la presión de su dirigencia por deponerla desde hacía semanas, pero sin mayor posibilidad de evitar la aprobación tras el desgaste de meses desarrollando acciones que no presionaban al gobierno como para impedir que se votara.

El cierre de la huelga y la actuación de los poderes del Estado reafirman nuestro planteamiento de que solo con una postura radical es posible hacer frente a la crisis fiscal y a los ataques del gobierno. La aprobación de la reforma fiscal de Alvarado es solo un capítulo de los muchos ataques que vendrán, sino aprendemos de los errores de esta lucha y de valientes ejemplos como el de los trabajadores franceses es casi imposible que logremos revertir esa embestida.