Nacionales

Una salida socialista y revolucionaria a la miseria capitalista

El Partido de los Trabajadores participa activamente en las luchas. No tenemos ninguna ilusión en que las elecciones van a cambiar la realidad de la clase trabajadora, solo con la organización y la movilización de la se podrá acabar en definitiva con los males que nos aquejan todos los días.

Pese a que no nos hacemos ilusiones con las elecciones, participamos de ellas para denunciar las condiciones que enfrentan la clase trabajadora y para llamar a organizarnos contra la miseria capitalista. En este momento nos encontramos inscribiendo nuevamente nuestro partido, queremos en este proceso presentar algunos de los ejes políticos más importantes sobre los cuales impulsamos nuestra inscripción y el debate político en los próximos meses..

Costa Rica hace tiempo venía sufriendo una importante crisis fiscal y algunas señales de problemas generales en la economía. Con la entrada del Coronavirus esto se agravó, y el gobierno y los grandes empresarios aceleraron las medidas para descargar todo el peso de la crisis sobre la clase trabajadora: exponiéndonos a contagiarnos para garantizar sus riquezas, disparando el desempleo con despidos, recortes de jornadas y de salarios, y aumentando en general la miseria del pueblo.

La clase trabajadora necesita enfrentar al gobierno y los ataques de los grandes empresarios. En este sentido tenemos que decir que no es a través de la falsa oposición de los partidos tradicionales como el PLN o el PUSC, de los partidos evangélicos o incluso del Frente Amplio que la clase trabajadora va a encontrar una salida. Los partidos como el PLN, PUSC y su sucesor PRSC son los mismos que han venido gobernando en las últimas décadas, que han llevado a la privatización de las instituciones públicas y al endeudamiento del país garantizando los negocios de los grandes empresarios. Los partidos evangélicos no solo defienden el mismo modelo de desarrollo para el país que el PAC o el PLN, sino que además tienen una clara agenda contra los derechos de las mujeres y de la población LGBT, dividiendo así a la clase trabajadora. Por último, el Frente Amplio ha demostrado que realmente es casi lo mismo que el PAC, mejor estarían como una fracción de “izquierda” dentro del PAC que como un propio partido. No solo han sido parte del gobierno, incorporados al consejo de gobierno con Patricia Mora en un ministerio, sino que han apoyado las principales propuestas del gobierno como la reducción de la jornada y la suspensión de contratos de trabajo durante el Covid.

La clase trabajadora necesita de su propio partido, que levante un programa no solo para defenderse de los ataques de los grandes empresarios, sino para luchar para arrebatarles el poder a los grandes empresarios, y poner el destino del país en las manos de quienes lo sostienen, las y los trabajadores. Esta lucha es de todos los días, y no será mediante los votos que se consiga, los ricos nunca van a entregar el poder por las buenas, será solo mediante una revolución que los trabajadores lleguemos al poder.

Sin embargo, es necesario que exista una voz de la clase trabajadora en las elecciones nacionales, para llamar al conjunto de la clase a defender este programa. Es por esto que hacemos un llamado a la clase trabajadora de Costa Rica, para que sean parte de la renovación de las estructuras del Partido de los Trabajadores, para tener una opción clasista y socialista en las próximas elecciones nacionales. Presentamos este documento como una primera propuesta para discutir con nuestros simpatizantes y amigos, de cara a la construcción de un programa para las próximas elecciones.

El Coronavirus demuestra la verdadera cara del Capitalismo

El país está próximo a alcanzar los cien mil contagios y ya superó las mil muertes, tenemos varias semanas con un promedio diario superior a los mil casos de contagios. Tras casi siete meses desde el inicio de la pandemia el capitalismo sigue demostrando su rostro más despiadado y la incapacidad de garantizar las necesidades más elementales.

Desde mucho antes de la pandemia el capitalismo en toda Latinoamérica atravesaba una profunda crisis económica. Entre 2014 y 2019, por ejemplo, el crecimiento de Latinoamérica y el Caribe fue de solo 0,4%, el más bajo desde la década de 1950. Entonces sobrevino la pandemia de Covid-19, que terminó por abrir las compuertas a un derrumbe económico de magnitud histórica.

Con la pandemia se abre una perspectiva muy dura para la clase trabajadora mundial: ataques más duros por parte de los gobiernos capitalistas, pérdida de derechos laborales, desempleo, pauperización de amplios sectores con el aumento de la miseria y el desempleo.

Mientras la clase trabajadora está poniendo la mayor cantidad de infectados y muertos y viendo cómo su nivel de vida se deteriora sin pausa, un puñado de multimillonarios no solo no ha perdido nada sino que aumentó su fortuna durante la pandemia.

Esto es lo que revela el reciente informe de la OXFAM sobre Latinoamérica, elaborado a partir de datos de la conocida revista Forbes. Entre marzo y junio de 2020, al menos 73 multimillonarios incrementaron sus fortunas en un total de US$ 48.200 millones. Esto, según esa entidad, equivale a un tercio del valor de todos los llamados paquetes de estímulos económicos adoptados por los gobiernos de la región.

El capitalismo está desnudo. En momentos en que millones de personas enfrentan el Covid-19 en condiciones infrahumanas de empleo, habitación, atención médica, etcétera, un grupo de personas que podrían caber en un autobús se hace todavía más rico y poderoso.

La crisis sanitaria combinada con la crisis económica en un sistema como el capitalista solo puede atraer más desgracias.

Desde el inicio de la pandemia se pudieron tomar medidas para evitar el aumento de contagios con cuarentenas con salarios completos y subsidios para los desempleados o trabajadores informales. Lejos de eso, la concentración de riqueza no paro y miles de trabajadores fueron expuestos al virus para garantizar que la economía capitalista siguiera su curso.

Para evitar una nueva escalada de contagios y enfrentar la crisis agravada por la pandemia se requiere:

¡Cuarentena con salarios completos en las grandes empresas!

¡Subsidios para los desempleados, los trabajadores informales y para los pequeños propietarios!

¡Más plata para la salud pública! Y ¡Nacionalización de los hospitales privados para brindar la atención que se requiera!

Crece la pobreza y el desempleo

Mientras los súper ricos aumentan sus ganancias y defienden con unas y dientes sus fortunas, la inmensa mayoría de la población padece hambre, desempleo, bajos salarios y condiciones de vida cada vez peores.

Los datos de pobreza y desempleo alcanzados son históricos, ninguna medida del gobierno apuesta a revertirlos. Cientos de miles de personas engrosan las filas de la pobreza mientras el gobierno se esfuerza en cobrarle más a la clase trabajadora y salvar los intereses de los grandes ricos.

La pobreza y el desempleo tienen salida, pero eso implica enfrentar las bases de este sistema capitalista.

Se requiere de una salida socialista para garantizar trabajo para todos. Es posible garantizar que las horas de trabajo que existen en las grandes empresas se distribuyan entre todos los trabajadores sin que se apliquen despidos y manteniendo los salarios con las grandes ganancias de esos sectores poderosos.

Por eso hemos defendido:

¡Reducción de la jornada sin reducción de salario!

¡Prohibición del despido en las grandes empresas y confiscación de sus ganancias para preservar los trabajos!

La Juventud no tiene futuro en el capitalismo

La juventud es uno de los sectores más golpeados por la crisis que se agrava. Las reformas a las jornadas de trabajo, la reducción de salarios y los despidos, la crisis en los sistemas de jubilación golpean con fuerza a los jóvenes y les niegan un futuro digno bajo este sistema capitalista.

Los jóvenes que pueden acceder a educación superior pública son cada vez menos. Los recortes al presupuesto público,  el encarecimiento de las universidades y su privatización, obliga a que miles de estudiantes de familias trabajadoras dejen los estudios y asuman puestos de trabajo cada vez más precarios y peor pagados.

Más allá del drama sanitario provocado por el Covid,  el gobierno también ha tomado medidas laborales, todas ellas, centradas en garantizar los negocios de las grandes empresas y aumentar sus ganancias con mayores niveles de explotación.

La precariedad, los despidos, la falta de oportunidades es el diario vivir de la juventud que cada vez más reducidas sus posibilidades.  Aunque el riesgo de morir de Covid para los jóvenes es relativamente bajo, el riesgo de la pobreza y la miseria sí que es mucho mayor para la juventud.

Se requieren medidas para:

¡Garantizar educación pública para la juventud trabajadora!

¡Pensiones, salarios y puestos de trabajo dignos para la juventud!

Adicionalmente la juventud necesita organizarse para resistir. Si los jóvenes no dan un paso al frente en la rebelión  será la juventud, los trabajadores y los oprimidos en general los que paguen por  la crisis con más precariedad, con menos oportunidades e incluso con sus vidas.

Que la crisis fiscal la paguen los grandes empresarios

La pandemia agravó las condiciones fiscales que tiene el país. El hueco presupuestario del  gobierno se hace cada vez mayor y el endeudamiento está creciendo de forma acelerada.

Junto a la crisis económica se desarrolla una profunda crisis fiscal. Frente a esta también el gobierno busca como salvar los negocios de los grandes ricos y cobrarle más impuestos a la clase trabajadora.

Hace pocas semanas se anunció un “plan de alivio fiscal” por parte del gobierno y sus propuestas para negociar un nuevo convenio con el Fondo Monetario Internacional. Luego de importantes movilizaciones y bloqueos el gobierno pauso el acuerdo con el fondo que no era más que un nuevo atraco al bolsillo de clase trabajadora con nuevos impuestos y duros recortes a los presupuestos públicos; pero la intención del gobierno es la misma: que la crisis la pague la clase trabajadora.

Frente al plan de saqueo del gobierno y el FMI es necesario impulsar:

¡Abajo la reforma fiscal del 2018 y eliminación del IVA!

¡Que la crisis la paguen los ricos!

¡Aumento en el impuesto a las rentas de los grandes capitales!

¡Expropiación y cárcel para los grandes evasores!

¡Impuestos a las zonas francas!

¡Nacionalización de la banca y fin de lucro de los grandes banqueros privados!

¡Suspensión del pago de la deuda y auditoría para castigar a los evasores y los corruptos!

Por sindicatos en la empresa privada: No más dictadura en el sector privado

Hoy la principal fortaleza del gobierno y los grandes empresarios es la casi total ausencia de organización sindical en el sector privado. Salvo algunas excepciones que intentan organizarse con no pocas dificultades.

En medio de esta crisis los empresarios, el gobierno y los grandes medios de comunicación nos llaman a defender la democracia. Pero en la fábrica y las plantaciones no existe el más básico derecho a organizar un sindicato porque lo que hay en realidad es un régimen de dictadura patronal que oprime a los trabajadores y garantiza una mayor explotación.

Por eso hemos defendido

¡Organizar sindicatos en la empresa privada contra la dictadura patronal!

En esta crisis quieren dividirnos por sexo, nacionalidad  u orientación sexual

La crisis golpea con dureza a la clase trabajadora. Pero dentro de las filas de los trabajadores hay algunos sectores que llevan la peor parte.

Las mujeres enfrentan en este momento las cifras más altas de desempleo, están a cargo de los hogares más pobres y sufren una profunda violencia machista que acaba incluso con sus vidas.

La situación para los migrantes también es muy grave. La xenofobia agravada en la pandemia, la falta de acceso a derechos básicos como la salud y las condiciones de gran explotación que viven condenan a la miseria a miles de trabajadores migrantes. Otros sectores como la población LGBTI también sufren el crecimiento en los discursos de odio y las campañas para negarles derechos.

Algunos partidos que dicen oponerse al gobierno y defender a los más humildes en realidad tienen una política de atacar a los sectores más empobrecidos o vulnerables, sembrado división dentro de la clase trabajadora por sexo, nacionalidad u orientación sexual.

Discurso xenófobos responsabilizando a los migrantes por el aumento de los contagios, la campaña permanente contra los derechos de las mujeres a vivir sin violencia o a decidir sobre su cuerpo, y la campaña permanente contra la población LGBTI son parte del discurso de grupos conservadores que dicen defender al pueblo pero que en realidad lo que quieren es gobernar para los ricos y sembrar división entre la clase trabajadora.

Desde el partido de los trabajadores abogamos por

¡Unidad de la clase trabajadora!

¡Rechazo absoluto a la xenofobia, el machismo, el racismo y la discriminación a la población LGBTI!

¡Por derechos plenos para las mujeres, los migrantes  y la población LGBTI!

¡Alto a la violencia machista! ¡Ni una menos! Por subsidios económicos a las mujeres y niñas víctimas de violencia, para que puedan salir del ciclo de violencia machista.

Necesitamos construir un partido socialista y revolucionario frente a la crisis capitalista

La pandemia del coronavirus, no ataca a todos por igual, no estamos todos en el mismo barco, enfrentando al huracán, como nos quieren hacer creer.

Son los trabajadores de la salud, los trabajadores en general, los pobres, los negros, los indígenas del mundo, las principales víctimas que mueren en los hospitales.

La burguesía se queja por la disminución de sus ganancias. Pero no son sus familias, no son sus hijos, los que sufren el desempleo y el hambre, los que viven hacinados en casas miserables, sin agua, sin servicios básicos, en medio de esa pandemia que, al mismo tiempo, ha hecho que los billonarios del mundo multipliquen sus riquezas.

Como nunca se ve la desigualdad social y su significado en relación a la vida y la muerte.  El capitalismo aparece al descubierto, mostrando con claridad que no puede garantizar lo elemental: la vida.

Y ese verdadero genocidio, está provocando grandes reacciones de los explotados y oprimidos. El infame asesinato de George Floyd, así como la explosión del puerto de Beirut fueron los detonantes de las multitudinarias movilizaciones de EEUU y el Líbano. De la misma manera han resurgido  las movilizaciones en Chile y en muchos países de Latinoamérica. En Costa Rica hemos visto en días recientes como crece el descontento y aparecen acciones más radicales de lucha como los bloqueos ante el anuncio de medidas para buscar un acuerdo con el FMI.

Pero por detrás de esas reacciones obreras y populares, que todo indica que se repetirán en diferentes partes del mundo, está la bronca acumulada por todo lo que se está viviendo y sufriendo y muestran la necesidad de encarar una lucha unificada en contra de todos los gobiernos capitalistas. Nunca ha sido tan evidente como ahora, la verdad de la consigna que dice: el capitalismo mata, muerte al capitalismo. Y es por eso, es que se siente tanto la falta de una dirección revolucionaria mundial, que nos dirija en ese camino, el de la derrota del capitalismo imperialista y la construcción del socialismo.

Por eso no tenemos dudas en que hoy la es más urgente que nunca r construir esa alternativa socialista y revolucionaria que se plantee acabar con la opresión y la explotación.

A todos los que en Costa Rica son parte de cada una de las luchas presentes y futuras les invitamos a construir junto a nosotros un partido para la revolución.