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¿Cuál es el programa que necesita la clase trabajadora para salir de la crisis actual?

En periodos de crisis es cuando la desesperación sale a flote. El sentimiento es que ya no se puede seguir viviendo como antes y el pueblo busca salidas nuevas y más radicales a su situación, así como los ricos no pueden seguir gobernando como antes y buscan realizar cambios para garantizar sus riquezas. Esto explica un poco la situación convulsa que ha estado viviendo el país; en estas crisis cuando algo que parece imposible como una revolución, se vuelve algo posible. Los ejemplos los tenemos a nuestro alrededor con estallidos revolucionarios en países como Nicaragua, Chile o Bielorrusia.

En este marco no hace falta quien se quiera colocar como la oposición al gobierno, pero no para dirigir una revolución sino para evitarla. La clase trabajadora no debe confiar en esas falsas opciones, más bien, debe estar discutiendo cuál es el programa que necesita para salir de la crisis. Las propuestas que hasta ahora están sobre la mesa, las direcciones de Célimo Guido y Corrales sólo sirven para contener el descontento popular, salvar al empresariado, mientras que al pueblo lo condena a pagar la cuenta.

Desde el Partido de los Trabajadores queremos discutir un programa revolucionario y socialista para salir de la miseria capitalista. Un programa que ponga primero la salud y la vida de los y las trabajadores; que utilice la riqueza del país para garantizar nuestras más sentidas necesidades.

¡Fuera el FMI! Suspensión del pago y auditoría de la deuda pública

No hay salida de la crisis de la mano del Fondo Monetario Internacional. Debemos rechazar de plano las negociaciones que se den con este organismo internacional, que lo único que pretende es extender la dominación imperialista sobre el país. Endeudándonos más, en primer lugar, en segundo lugar, con una agenda neoliberal de por medio, que implicará el despido de miles de trabajadores y la venta o desmantelamiento de instituciones públicas.

Además de rechazar esta negociación, pensamos que hay que dejar de pagar la deuda. Es necesario realizar una auditoría de la deuda para discernir cuanto de esa deuda corresponde a deuda impagable, o ha sido dinero dilapidado en casos de corrupción o corresponde a acreedores privados.

El presupuesto del 2021 del gobierno, se financiaría en un 54,9 % con deuda. Por otro lado, el 45,1% del mismo iría a pagar deuda. Se financia la deuda con más deuda. Este alto grado de endeudamiento deja al país atado de manos en medio de una crisis sanitaria y económica gravísima.

No más impuestos a la clase trabajadora. Que la crisis la paguen los grandes empresarios

Nosotros no decimos “No más impuestos”, decimos no más impuestos para la clase trabajadora. Esta distinción debe hacerse, por que sí hacen falta más impuestos en el país, pero para el gran empresario.

En Costa Rica las empresas sólo pagan impuestos si quieren. Existen cientos de mecanismos en los cuales las grandes empresas se ahorran pagar impuestos.

Dentro de las 100 empresas que reportan cero ganancias puede verse la gran hipocresía. Empresas ligadas a los más ricos del país, como Durman Esquivel, la cervecería de Costa Rica o Clorox de centro américa. Además de eso, reciben millonarias concesiones de parte del gobierno, como la amnistía tributaria, por ejemplo. Que perdonó 197 millones de colones a las grandes empresas.

Sólo para ilustrar qué se podría hacer si se cobran impuestos a los grandes empresarios. La evasión fiscal del país se estima que podría llegar al 7% del PIB, mientras que el monto que se piensa pedir al FMI corresponde a un 2,92% del PIB.

No es cierto que en el país no haya riqueza. Los trabajadores día a día producen millones en riqueza. El problema es que esta riqueza termina en el bolsillo de unos pocos. Desde el PT pensamos que hay que castigar con cárcel a los evasores y expropiar las empresas que no pagan. La nacionalización de las principales empresas nos permitiría planificar la economía y abrir empleo para todas las personas. Toda esta riqueza debe estar al servicio de inversión en salud, en educación y un gran plan de obra pública que satisfaga las necesidades del pueblo.

¡No más represión! Derrotemos los planes del gobierno en las calles

Para ganar es necesario seguir luchando. Las movilizaciones del último mes marcan el camino a seguir. La presión en las calles hizo que el gobierno retirara y aplazara su propuesta de negociación con el FMI. Aún retirado el proyecto el pueblo siguió movilizado, pues su descontento no es sólo el préstamo sino la situación crítica que vive el país, con números de pobreza y desempleo alarmantes.

La forma de vencer es en las calles y no en las mesas de negociación y diálogo que propone el gobierno, el empresariado y Rescate Nacional. La intención del diálogo es sacar a las personas de las calles y que todo vuelva a la normalidad. Mientras que en la mesa el empresariado y rescate nacional discuten sus propuestas con el gobierno, que en los hechos son recortar en lo público y que los ricos no paguen impuestos.

Denunciamos la represión a manos de la Fuerza Pública. No sólo ha gaseado y garroteado a los manifestantes, sino que ha llegado a lanzar gases y piedras a las comunidades, emprendiendo una venganza personal contra el pueblo. Aplaudimos la respuesta que han recibido, siendo enfrentados y repelidos en varios puntos del país. Es necesario avanzar en la auto defensa del movimiento, estando listos para enfrentar y vencer la represión en cualquier momento

Un programa para unir la clase

En la reciente coyuntura se ha intentado dividir la clase trabajadora por la línea de la opresión. Poniendo de un lado los que luchan por los derechos de las mujeres, el aborto libre legal y gratuito o los derechos de las personas LGBT y por otro lado los fundamentalistas, pro vida y regresivos en el marco de los derechos humanos. Desde el PT pensamos que para vencer y avanzar hacia el socialismo toda la clase debe estar unida, hombres y mujeres, nacionales y extranjeros. Es una necesidad del movimiento combatir la discriminación a lo interno.

Las mujeres han encabezado también movilizaciones en el último periodo en todo el país. Las reivindicaciones van desde el derecho al aborto libre y en contra de los femicidios y violencia machista. Pensamos que es urgente la declaratoria de un estado nacional de emergencia por el aumento en los femicidios.

Este programa que presentamos, es la única opción de una salida revolucionaria y socialista. Otras opciones políticas como Rescate Nacional, han demostrado que al fin y al cabo están plegadas a los intereses de los empresarios del país representados en la UCCAEP. Además del programa que nosotros planteamos, la opción más a la izquierda es la del Frente Amplio, aún así no pensamos que sea el programa que la clase trabajadora necesita.

Un debate con el FA y su programa

Muchas personas se preguntan por qué no se hace una alianza entre todos los partidos de izquierda para defender el mismo programa. Queremos aprovechar esta oportunidad para debatir, en el marco programático, las diferencias que tenemos con el FA que nos hacen ser partidos completamente distintos.

El Frente Amplio cada vez se aleja más de ser un partido de izquierda. Hace años que perdieron la perspectiva revolucionaria y la cambiaron por la idea de que el Estado puede reformarse para ser más justo e inclusivo. Esto los ha llevado a buscar acuerdos con el gobierno, a desviar la lucha de las calles y llevarla a la Asamblea Legislativa. Incluso ha sido parte del gobierno durante toda su gestión: ni el combo fiscal, ni la propuesta de préstamos con el FMI, ni siquiera la brutal represión lo ha llevado a romper con el gobierno.

Por ejemplo, no niega de entrada la necesidad de un préstamo con el FMI, no se ha opuesto a un préstamo, solamente a las propuestas que llevó Carlos Alvarado. En el fondo la posición del FA es que se puede negociar justamente con el FMI y que es un préstamo que necesita el país. Esta es una falsa ilusión, que no reconoce al FMI como un poderoso órgano del imperialismo. No existe una negociación justa con el FMI, el FMI no tiene otro interés que incidir en el país con medidas neoliberalizantes como venta de instituciones, despido de empelados públicos y más deuda.

Por otro lado, el grueso del programa del FA está traducido en propuestas de Ley. Proponen reformas fiscales progresivas, combatir el fraude fiscal e impulsar el sector productivo. Esta es otra falsa ilusión que defiende el FA, que con sólo un diputado va a poder aprobar alguno de esos proyectos de ley. Ni siquiera con 9 diputados en el periodo 2014-2018 logró hacer mayor cambio desde la asamblea legislativa.

De igual forma la postura de apoyar el diálogo del gobierno, termina legitimando al mismo. El diálogo del gobierno es engañoso porque como dijimos busca frenar los bloqueos y llegar a algún acuerdo con la dirigencia de RN. Para el FA no es un problema llamar a este diálogo, ya que forma parte del gobierno, sus representantes no están del lado del pueblo movilizado sino del que ejerce la represión.

Con su participación en el gobierno de Carlos Alvarado intenta ubicarse como la parte izquierdosa del régimen. El FA a pesar decirse de izquierda no plantea una salida al capitalismo ni al imperialismo; menos se anima a romper relaciones con el gobierno del PAC. Por eso decimos que el FA se aleja de la izquierda.

Por otro lado, nosotros somos realistas que no se puede reformar el capitalismo, debe ser destruido. Sabemos que con el imperialismo no se puede negociar, por eso nos oponemos de entrada al préstamo. Vemos al gobierno como un enemigo de la clase trabajadora, principal abanderado de las políticas empobrecedoras y entreguistas. No creemos que sean las elecciones burguesas o el parlamento donde vayamos a lograr un gran cambio social, sino luchando en las calles. El FA es un partido para las elecciones y nosotros somos un partido para la revolución.

Pensamos que este programa le falta ser construido al calor de la lucha, debe recibir los aportes de distintos sectores. Desde el Partido de los Trabajadores hacemos un llamado a los distintos sectores del movimiento social, sindicatos, movimiento estudiantil, las organizaciones barriales que han estado participando de los bloqueos. Solamente la lucha y la independencia de la clase trabajadora podrá llevarnos al socialismo. a acoger y discutir este programa, en busca de una salida revolucionaria y socialista a la miseria capitalista.