Los Chiles, 13 nov (SocialismoHoy.com) – Con la llegada del mes de noviembre, miles de obreros nicaragüenses viajan a Costa Rica en buscar de trabajo en las cosechas de las plantaciones de café, frijol, caña de azúcar, melón y naranja. El gobierno de Costa Rica los recibe con una frontera militarizada para perseguirlos, mientras los empresarios los esperan con trabajos en condiciones de semi esclavitud.
El cantón de Los Chiles, por décadas ha sido una zona de paso de familias trabajadoras, la mayoría de la parte sur de Nicaragua, quienes viajan buscando mejores oportunidades de trabajo. Los salarios en Costa Rica a pesar de ser muy bajos, les sirven para sostener un poco las condiciones extremas que pobreza que viven en su país.
Muchos nicaragüenses se ven obligados a viajar por culpa de la sequía que golpea al centro y norte de Nicaragua, que ha provocado pérdidas en las cosechas de las familias campesinas, así como problemas con el agua. En octubre dos niños murieron por consumir agua contaminada en la zona de Chontales, mientras las madres de esos niños habían migrado a Costa Rica en busca de trabajo para enviarles dinero para la comida.
El Gobierno de Costa Rica militariza la zona norte para deportar decenas de familias obreras diariamente. Además, emprende una cacería contra quienes brindan servicio de transporte o auxilian de alguna manera a los viajantes.
Retenes, operativos y requisas son el pan de cada día
La Policía Especial de Migración, el GAO, policía de tránsito y demás cuerpos policiales realizan retenes diarios en la zona de Los Chiles, revisando a todos los viajantes y sus pertenencias, deteniendo autobuses y vehículos particulares para buscar extranjeros sin documentos.
En muchas ocasiones los autobuses de la Empresa CHILSACA quedan vacíos cuando los oficiales con fusiles automáticos en mano, bajan a la fuerza familias enteras con niños, niñas, mujeres embarazadas y adultos mayores. Los dejan a la orilla de la calle durante horas, con sus sacos y bolsas plásticas de ropa mientras esperan a ser llevados a las delegaciones policiales. Ahí son deportados con un trámite sumario, sin consideración alguna, ni presencia de abogados o algún organismo que vele por sus derechos.
El 20 de octubre pasado un autobús fue detenido en el trayecto Los Chiles-Ciudad Quesada, donde detuvieron y deportaron 40 nicaragüenses que viajaban hacia los cafetales del centro del país. Estos retenes se hacen tanto en la carretera principal de Los Chiles como en los caminos de los pueblos de Coquital, Santa Fe y Medio Queso, entre otros.
Los operativos se extienden por toda la zona norte del país, en Venecia y Florencia de San Carlos; se detienen transportes con varias familias nicaragüenses, que son deportadas y a los choferes de los vehículos se les enfrentan causas penales por Coyotaje. Inclusive a un taxista informal en el Parque de Los Chiles se le ha detenido por esta causa.
Además, decenas de obreros de las piñeras han sufrido decomisos de sus motocicletas por deber permisos de circulación; pero sus bajos salarios y las pésimas condiciones de los caminos – destrozados por el ir y venir de las maquinarias de las empresas agroexportadoras- les impiden tener vehículos en mejores condiciones.
Los obreros nicaragüenses pasan por ese calvario, por culpa de los empresarios y el gobierno como cómplice principal
Sin la mano de obra nicaragüense, el sector agrícola costarricense no se puede sostener. Según el Ministerio de Agricultura y Ganadería, cada año se necesita el ingreso de unos 80 mil obreros nicaragüenses, para que trabajen en las distintas cosechas.
A pesar de eso, el gobierno reacciona con represión y maltratos desmedidos porque es más rentable para los empresarios tener obreros sin documentos; ya que la Ley de Migración les obliga a hacer un trámite de solicitud de permisos de trabajo en la Dirección General de Migración. Aro al tramitar esos permisos deben reconocer el pago de seguro, salarios mínimos y demás derechos laborales básicos, lo cual significa una reducción en sus ganancias.
A pesar que la Ley de migración desde el año 2010 dice que se aplicarían multas de entre 798 800 y 4,8 millones de colones a las empresas que no tramiten permisos de trabajo y no tengan en regla a los obreros, ningún patrono ha sido multado. Incluso han dado prorrogas para los empresarios, siendo la última de octubre de 2014 al 21 de diciembre de 2015, pero esas prorrogas solo aplican para los empresarios, pues para los obreros las deportaciones y las multas se mantienen a diario.
Según datos del gobierno solo 124 de 2500 empresas que necesitan mano de obra nicaragüense ha realizado los trámites de solicitud de obreros. El otro 95% de los empresarios está esperado cómodamente a que los obreros pasen retenes, extorciones y abusos de todo tipo de camino a sus empresas; para que una vez lleguen irrespetar sus derechos laborales básicos con la justificación de “no poder ayudarles con el seguro y demás” por no tener sus documentos al día.
El gobierno no hace nada contra esas empresas que incumplen la Ley, pero contra los obreros, afila sus fuerzas represivas, persiguiendo por todos los medios a los obreros, tratándolos como delincuentes, separando familias con deportaciones masivas, y cobrando multas de 100 dólares por mes de estancia a cada obrero sorprendido condición irregular.
El Partido de los Trabajadores llama a enfrentar al gobierno y los patrones: luchemos por derogar la Ley de Migración
La Ley de Migración vigente fue celebrada por todos los sectores, empresariales y “progresistas”, donde incluso José Merino Del Rio, fundador y único diputado del Frente Amplio en aquel momento como “esta es una ley moderna que le quita ese rasgo de ver al migrante como un peligro, como un riesgo para el país. Es un gran avance en materia migratoria”[1], a partir de su entrada en vigencia, esa Ley se ha convertido en la principal herramienta de opresión y súper explotación por parte del gobierno y los sectores empresariales para los obreros migrantes.
Desde el Partido de los Trabajadores proponemos luchar para que el gobierno decrete una amnistía generalizada a todos los trabajadores extranjeros, otorgando células de residencia gratuitas para todos los que viven y trabajan en Costa Rica, así como entregar permisos de trabajo individuales a cada trabajar que lo necesite, sin que sea necesario que el empresario lo tramite.
En el PT estamos conscientes de que la situación del obrero migrante no va a cambiar, hasta que no logremos organizar en cada empresa y barrio obrero, un movimiento por derogar la Ley de Migración, y esa unidad entre el gobierno y los empresarios para obtener más ganancias del trabajo del obrero migrante.
[1] http://www.anep.or.cr/article/ley-de-migracion-aprobada-respeta-derechos-del-mig/#sthash.1Ef4K0Z6.dpuf