Los sindicatos del sector público convocaron a una huelga indefinida a partir del 10 de setiembre. Al realizar este anuncio, inmediatamente se desconvocó al combo fiscal en la Asamblea Legislativa y el presidente Carlos Alvarado llamó a los sindicatos a dialogar.
Desde el Partido de los Trabajadores estamos a favor del llamado a huelga y nos ponemos al servicio de su preparación. De hecho, esa es la política que planteamos desde hace muchos meses, alertando de que no se puede obtener ningún beneficio de las mesas de diálogo.
Pero insistimos en que se dejó pasar mucho tiempo y no se realizó una preparación efectiva. Durante los últimos 15 días las regionales de la APSE realizan visitas a los colegios y escuelas, lo cual está muy bien, pero creemos que no es suficiente en comparación con la magnitud del ataque que plantean los empresarios y los partidos políticos del régimen.
¿Qué se necesita, entonces, para que la huelga que convocaron las cúpulas sindicales triunfe?
En primer lugar, exigir a las dirigencias que de una vez por todas rompan con la política de diálogo con el gobierno. En el Poder Ejecutivo y la Asamblea Legislativa se cocinan los recortes a la salud y la educación, el congelamiento salarial y los impuestos que afectan al pueblo, por lo que los sectores populares nada tenemos que hacer ahí.
En segundo lugar, se debe hacer un trabajo de preparación, tanto desde las bases de los sindicatos como desde los barrios y centros de trabajo. Los sindicatos deben establecer comités regionales para que todo el país se paralice hasta que se retire el paquetazo fiscal y el proyecto 20.580.
Ligado a esto, la preparación también consiste en construir la unidad entre los sindicatos del sector público con el sector privado, que en la actualidad vive una dictadura patronal y que sin duda se verá afectado por el aumento del IVA, los recortes y el encarecimiento de la canasta básica.
Hay que hacer como en el combo del ICE o cuando paramos el país contra el TLC antes de que nos impusieran el referéndum traidor. La única forma de derrotar estos proyectos es la huelga indefinida desde las bases y la más amplia unidad sindical y popular.